Además de la evidente noticia de que éste fue el primer Mundial en el continente africano, la Copa del Mundo de 2010 se convirtió la quinta celebrada en el hemisferio sur (Uruguay, Brasil, Chile y Argentina).
Desde 1980 comenzó a crecer la idea de llevar a cabo un torneo en África en respuesta al crecimiento y desarrollo del futbol en dicho continente.
Para la elección de la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1994, Marruecos estuvo a tres votos de derrotar a los Estados Unidos, y posteriormente volvió a presentar candidaturas para las Copas de 1998 y 2006, sin lograr resultados exitosos. En esta última elección, Sudáfrica presentó su candidatura con el respaldo de Joseph Blatter, pero los esfuerzos fueron en vano: Alemania se adjudicó la copa en una reñida y polémica votación por un voto de diferencia.
Tras la derrota sudafricana, los dirigentes de la FIFA decidieron establecer un criterio de rotación continental que permitiera asegurar que la copa siguiente se albergaría en África, el último gran continente en el que no había sucedido. La FIFA permitió solamente candidaturas africanas y seis países manifestaron sus intenciones.
Junto a Sudáfrica y Marruecos, candidatas en elecciones anteriores, se presentaron Egipto, Libia, Nigeria y Túnez. Nigeria abandonó la carrera en un comienzo sin presentar su candidatura oficialmente. Libia, por otro lado, anunció que en caso de ser elegida no permitiría que Israel pudiese participar en el torneo, y fue descalificada a pesar de ello, persistió con su candidatura hasta la presentación final. La FIFA desestimó la posibilidad de realizar un mundial en conjunto entre dos naciones, por lo que Túnez (que pensaba en una asociación con los libios) se retiró días antes de la votación.
Tres candidaturas quedaron con reales posibilidades, sin embargo, la pelea era principalmente entre Sudáfrica y Marruecos. Los marroquíes se presentaban como un puente entre Occidente y el mundo musulmán y una alternativa cercana a Europa, mientras los sudafricanos basaban su candidatura en su desarrollo económico y experiencia en realización de eventos deportivos (como la Copa Mundial de Rugby y de críquet). El 15 de mayo de 2004 ganó Sudáfrica. La victoria se vio sellada con Nelson Mandela, principal figura de la candidatura sudafricana, levantando el trofeo de la Copa Mundial.
Esta primera Copa Mundial en África perdurará en el recuerdo gracias al triunfo de una selección española que coronó nuevas cumbres al convertirse, gracias a un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de su partido ante Holanda, en el octavo país que conquistara el título mundial.
La victoria de España en la “calabaza” del Soccer City supuso el colofón a 31 días de fútbol: 64 encuentros en nueve sedes, en los que actuaron 599 jugadores de 32 equipos y se marcaron 145 goles en total. Sin embargo, fue la primera en que un equipo local no lograra trascender la primera ronda.
Sudáfrica 2010 deparó numerosas sorpresas, y España supo sobreponerse a las suyas (una derrota inicial ante Suiza) para ganar sus otros seis partidos, los cuatro últimos por idéntico tanteo, 1-0. Aunque ningún equipo ha sido campeón de la Copa Mundial de la FIFA con menos goles a favor que los españoles (ocho), su futbol cautivó a los espectadores: sobre todo, los geniales pases de Xavi e Iniesta, los tantos de David Villa, máximo realizador de la prueba, y las paradas de Iker Casillas, cuyas providenciales intervenciones en dos mano a mano ante Arjen Robben durante la final demostraron que su Guante de Oro al mejor portero fue sobradamente merecido.
Holanda, por su parte, deja Sudáfrica con sentimientos encontrados, al sufrir la tercera derrota de su historia en una final, después de 1974 y 1978. El equipo de Bert van Marwijk ganó sus seis compromisos camino del choque decisivo, y aunque ofreció una imagen más pragmática que otros combinados neerlandeses anteriores.
Dos hechos se destacaron en esta copa. En primer lugar, la decepción africana. Salvo Ghana que logró alcanzar los cuartos de final, el resto de las selecciones no pasaron la primera ronda. En segundo lugar, la selección uruguaya que alcanzó las seminfinales y fue el equipo sudamericano con mayor resultado a pesar de haber calificado en repechaje.